Despedimos los días largos, las siestas infinitas y los planes improvisados… para reencontrarnos con la rutina, el despertador y la agenda llena.
Pero no todo tiene que sentirse cuesta arriba.
Volver a la “normalidad” puede ser también una oportunidad para resetear, reorganizar y reconectar contigo misma. Aquí te compartimos algunos consejos para hacerlo con más calma pero sin olvidarnos del estilo.

Uno de los errores más comunes es querer recuperar todos los hábitos (y pendientes) en un solo día. Elige una o dos rutinas clave con las que reconectar: puede ser volver a madrugar poco a poco, retomar tus paseos diarios o volver a organizar tus comidas.
La idea no es presionarte, sino crear un ritmo sostenible.


Lo que eliges ponerte cada día influye mucho en cómo enfrentas el día. Un outfit cómodo pero cuidado, un bolso que te acompaña a todas partes, un detalle especial… pueden marcar la diferencia.
En NE creemos que tu estilo también te ayuda a sentirte más fuerte, segura y conectada contigo misma. Y eso, justo al volver de vacaciones, se vuelve más importante que nunca.
Por eso te dejo los bolsos de nuestra colección para que eches un vistazo y te des un capricho ahora más que nunca.


No hace falta tener una hora libre para ti cada día. A veces, solo necesitas 10 minutos con intención:
● Un café en silencio por la mañana
● Una playlist que te inspire al vestirte
● Desconectar del móvil durante la comida
Estas pequeñas pausas ayudan a hacer la transición emocional de las vacaciones a la rutina.


Volver con energía está bien. Volver con presión, no.
Permítete estar desmotivada algunos días, desubicada otros. Es normal.
Y si necesitas motivarte, reorganiza tu espacio, haz limpieza de armario (quizá es el momento de incorporar un nuevo bolso especial que te inspire) o agenda planes que te ilusionen.

La vuelta a la rutina no significa que el “verano tú” tenga que desaparecer. Al contrario, es el momento ideal para preguntarte:
“¿Qué quiero conservar de las vacaciones en mi día a día?”
Quizá es el hábito de caminar al atardecer, comer más ligero, leer antes de dormir o simplemente vivir con más calma.

Vuelve a tu ritmo. Vuelve a ti.
Recuerda: no se trata de volver a una rutina perfecta, sino de crear una nueva versión de tu día a día que te haga sentir bien.
¿Lista para volver?
Hazlo con calma. Hazlo con estilo. Hazlo contigo.
